1/09/2009

No, en democracia


Hoy hemos podido ver ante nuestros ojos una imagen digna de lo absurdo. Un banquillo del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ocupado por tres políticos. Ellos son Juan Jose Ibarretxe, Patxi Lopez y Rodolfo Ares. Una imagen que nos ha dejado a todos con la boca abierta.

Se les acusa de cooperación necesaria de desobediencia. Bueno, pues este nombre tan rebuscado no viene más porque en periodo de alto el fuego, estos políticos se reunieron con los dirigentes de Batasuna.
Es cierto seguramente que nos puede parecer éticamente reprochable. O seguramente ninguno de nosotros se atreveria a acudira a esas reuniones, no por miedo, sino por otro tipo de consideraciones ideológicas. Pero lo que si que es cierto es que no podemos olvidar todo eso forma parte de ese gran mundo que es, la política.

Y aquí es donde surge lo absurdo. Cuando se judicializa la política. La política en estado puro, es decir, el dialogo, el entendimiento, la busqueda de soluciones dialogadas no puede ser delito, lo pinte como lo pinte cualquier tribunal del mundo. Porque si fuera así, deberiamos despedirnos de algo que muchos miran con reticencia pero que esta ahí. Que és la política.