Semana de huelga mayor

En estos últimos días hemos visto diferentes manifestaciones en contra del gobierno, es más, es la primera vez en ya hace unos años que no vivíamos unas situaciones tan turbulentas en lo que se refiere a un conflicto laboral. Pero, en estas semanas, ha saltado la liebre. Las manifestaciones y las huelgas han teñido el territorio. Los camioneros, los pesqueros, los taxistas… . Pero, no se preocupen, no se acaba España. Esto siempre pasa en épocas de vacas flacas. La culpa es del Gobierno dirán muchos. Pero ¿de que Gobierno? Del portugués, del francés, del alemán, ya que toda Europa se tiñe de conflicto colectivo. Pero, lo cierto que la huelga es positiva. La huelga como derecho fundamental es básica y necesaria. Pero como básica y necesaria, también ha de ser justa. Justa respecto a todos. No cabe paralizar el estado por una huelga y siempre queda el derecho a trabajar de tus compañeros. No olvidemos que nuestros derechos acaban cuando empiezan los de otro. Es por ello, que no debemos desvirtuar el derecho de huelga con los piquetes violentos, ya que esos que se instalan en el discurso de la huelga y después son capaces de agredir a un compañero de trabajo, no son huelguistas son delincuentes. Por ello, desde un punto de vista socialista, aceptamos el derecho a huelga como un derecho legítimo y justo, pero como tal, también ha de ser justo con los demás. Es por ello que nos vemos con la capacidad de condenar todo acto violento y deslegitimar a todo aquel que coacciona. No creemos en la violencia como método, pero como socialistas, hacemos que la defensa de los menos favorecidos sea nuestra lucha constante, junto con el apoyo a la clase trabajadora.