2/10/2010

Diseñando un sistema justo


Como ya anunciábamos en anteriores posts, vamos a emprender la difícil y complicada tarea de diseñar un esquema mental de cómo debiera ser un sistema de pensiones justo y eficaz. Para todo ello, intentaremos basar nuestros argumentos en un principio de igualdad, entendido como: “trato igual a los iguales y trato diferente a los diferentes”. Cabe destacar pero, que no vamos a diseñar un complejo sistema de pensiones, sino más bien nuestro propósito es dar una serie de variables que deben ser valoradas a la hora de reformar el sistema de pensiones.
Así pues, aunque pueda parecer muy impopular, nuestra edad de jubilación se establecería en los 67 años. Ahora bien, esta afirmación no contempla la igualdad como principio, ya que como muchos imaginareis NO todo el mundo parte de las mismas condiciones. Por ello, se debe establecer un sistema de coeficientes reductores que fomenten en menor o mayor medida un sistema más equitativo.
A continuación, nombraremos algunas de las variables que deben ser tomadas en cuenta a la hora de construir el sistema de coeficientes reductores. Entendiendo que, los coeficientes reductores han de resultar una bajada o subida de la edad establecida (67 años) tratando siempre de adaptarse en la medida de lo posible a las situaciones personales. A la vez, dichos coeficientes pueden ser acumulables por cada uno de los individuos restando más o menos a la edad establecida. Así pues, partiendo de la base que todos los individuos deben jubilarse a los 67 años, nuestros coeficientes reductores deben contemplar las variables:
  • Sectorialización y categoriación de la jubilación: Este variable parte del principio que todos los trabajos no implican un desgaste físico equivalente. Como la famosa idea afirma “No es lo mismo trabajar subido a un andamio, que trabajar dando clases en la universidad”. Pues bien, la cuestión parte de la base de que el Estado debiera desarrollar un listado de categorías laborales y sectores implicados, en los cuales la edad de jubilación debería de adelantarse unos años.
  • Años de cotización: Otra de las variables clave, para dar mayor justicia al sistema de pensiones son la cantidad de años cotizados. De esta manera, la gente que con 16 años comenzó su carrera laboral debe finalizarla antes que aquel que estudio una carrera, un master y comenzó a trabajar a los 25 años. No se trata de penalizar a la persona formada (pues muy posiblemente su trabajo no sea físico y goce de una mayor pensión en su vejez). Así pues, el Estado debe establecer un límite de años pasado los cuales la edad de jubilación se adelantará 6 meses por año.
  • Incentivos al trabajo parcial: Una de las medidas clave para poder alargar la edad de jubilación sin provocar situaciones traumáticas al trabajador debería ser el incentivo al trabajo parcial. De esta manera, a partir de una edad razonable (pongamos 63 años) se le podría plantear al trabajador la posibilidad de realizar una jornada laboral parcial y a la vez cobrar la mitad de la pensión (que NO del salario). Esta medida, puede favorecer la continuidad laboral, minimizando la perdida de poder adquisitivo mediante el cobro de una pensión.
  • Incentivos monetarios más allá de los 67 años: Como medida complementaria, todo aquel ciudadano que desee continuar trabajando una vez cumplidos los 67 años, debe ser premiado. Tal que, el Estado debe garantizar una subida de entre el 5% y el 10% de la pensión por cada año trabajado de más (contemplando siempre unos límites en el importe de la pensión).

2 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...

Buenas

Las propuestas parecen interesantes pero no hay tampoco sitio para cuestionar la visión de pasar toda tu vida trabajando? Si no estoy subido a un andamio no tendré derecho a disfrutar de algo de mi tiempo hasta los 67 o más?.